Amigo, huésped o peregrino

escultura Epíclesis-Invocación, B. Martinazzi, primavera
escultura Epíclesis-Invocación, B. Martinazzi, primavera

Vienes a Bose por tantas razones: quizás buscas un lugar retirado donde descansar un poco, una colina donde rezar, hermanos y hermanas para gustar juntos la vida comunitaria, un lugar de escucha de la Palabra de Dios, un lugar de silencio...

La comunidad no te pide nada, pero te invita a dar algunos pasos de disponibilidad: mientras estés en Bose, abandona tus preocupaciones, transfórmalas en solicitud y persigue la paz: aquí tienes la oportunidad de hacer una revisión de vida, de conocer la alabanza gratuita a Dios en la oración de la comunidad, de escuchar el Señor que te atrajo a este lugar apartado, este silencioso desierto espiritual, para hablarle a tu corazón, y tienes también la posibilidad de confrontar con otros tu empeño en las iglesias y en el mundo. Puede suceder que, durante las horas del día en que los miembros de la comunidad están trabajando, te sientas sólo: esa es una oportunidad para un encuentro con Cristo en la paz y en el silencio.

No temas los tiempos de solitud: la iglesia está a tu disposición para orar silenciosamente; en el patio, hay una sala llamada “Emaús” con algunos libros para leer durante tu permanencia entre nosotros. Te agradecemos que nos ayudes a preservar el clima de silencio de la comunidad y que te abstengas de hacer visitas a nuestros lugares de trabajo.

Bose, vista panorámica del monasterio
Bose, vista panorámica del monasterio

Aquí puedes encontrar cristianos de diferentes confesiones, con tendencias y sensibilidades diversas, hombres no creyentes pero preocupados con la actual situación política y social, y también hombres y mujeres con un tipo di vida que quizás no apruebes: intenta ver en ellos el rostro de Cristo, no hieras jamás a nadie e intenta escuchar a todos hasta que aprehendas lo que arde en su interior. Son tus hermanos, hombres y mujeres como tú: si los oyes, te darás cuenta que no son tan distintos que merezcan ser considerados como adversarios.

La comunidad no te exige nada por tu estancia: nadie debe ser excluido de este lugar por motivos económicos. Sin embargo, es conveniente que sepas que la comunidad no recibe ningún financiamiento y se mantiene apenas con el producto del trabajo de sus miembros; por lo tanto, si puedes, deja tu contribución para los gastos de la acogida en la caja de la hospitalidad, anónimamente, para cancelar cualquier curiosidad.

Paz y alegría!

los hermanos y las hermanas de Bose